¿Has notado que cada vez que viajas te sientes mucho mejor? Piensa en tus mejores experiencias y momentos más felices y seguro la mayoría fueron durante algunas vacaciones en familia o en una aventura con amigos.
Y es que viajar tiene incontables beneficios para tu salud desde el punto de vista psicológico, aquí te hablo sobre ellos.
Autosuperación, nuevos conocimientos y un tremendo sentimiento de satisfacción y felicidad son algunas de las cosas que aportan los viajes en nuestras vidas.
Conocer nuevas culturas, climas, paisajes, gastronomías o costumbres es la mejor inversión que podemos realizar para nuestro futuro y formación de la personalidad.
Y, al final, los recuerdos felices que nos quedan de cada escapada no son en vano. Existe una explicación científica sobre los beneficios emocionales que los viajes dejan en casi todos nosotros.
Así mismo, el psicólogo Jaime Burque, afirma que:
“Viajar es una de las mayores fuentes de bienestar, de cambio y de crecimiento que existen. Como psicólogo, he sido un testigo de excepción de los maravillosos beneficios de viajar al ver cómo muchos pacientes se recuperaban de sus miedos, inseguridad, ansiedades o bloqueos vitales gracias a hacer un viaje del tipo que fuese”.
Beneficios de viajar
Seguro que has experimentado ese sentimiento de felicidad y paz al escaparte unos días de la rutina del trabajo y lo estresante del tráfico.
Si has estado aplazando esas vacaciones soñadas, aquí te dejo los 7 beneficios psicológicos que tienen los viajes para que te decidas a comprar esos boletos.
#1 Eres más feliz
¿Sabías que muchos componentes químicos que desencadenan la felicidad se encuentran en los recuerdos y experiencias que guarda nuestro cerebro?. Por ello, cuando piensas en ese viaje a la playa en familia aparece una sonrisa en tu rostro.
Todos tenemos recuerdos de un viaje inolvidable y eso nos hace más felices a que nuestras memorias sean sólo estudiar y trabajar.
También hay estudios que apuntan a que el gusto por viajar guarda relación con una vida más plena. La cantidad de experiencias y conocimientos adquiridos durante los viajes mejoran la calidad de vida y por tanto hacen que vivamos más felices en nuestro día a día.
Además, todo aquello que vivimos durante los viajes, estimula muchas hormonas de la felicidad, como las endorfinas. Por ello sentimos más sensación de felicidad cuando estamos inmersos en un viaje o aventura.
#2 Adiós al estrés y la ansiedad
Seguidamente, al viajar le decimos adiós al estrés y la ansiedad, quienes han sido compañeros habituales de muchas personas en los últimos 100 años.
Además, se han convertido en tema de conversación desde la llegada de la cuarentena por el Covid-19. Lo cual ha resultado en personas aisladas y separadas de tus compañeros y familia lo cual no ayuda a disminuir los niveles de estrés.
Para otros, el ritmo de vida moderno tiende a ir demasiado rápido: reuniones de trabajo, compromisos, prisas, la rutina y más. Todo eso hace que nuestro bienestar personal se vea comprometido y lleguemos a sentir malestar tanto físico como mental.
Pero, cuando nos vamos de viaje conseguimos que nuestro cerebro se desconecte de todos nuestros problemas diarios y se centre en vivir al máximo cada día de descanso. Mucho más si el destino al que viajamos no está relacionado con lo que vemos todos los días o está en la otra punta del mundo, como una playa en Tailandia.
#3 Aprendes a resolver problemas
Durante un viaje, ¿quién no se ha visto envuelto en algún problema que ha requerido de sus mejores habilidades de juegos mentales?.
Al viajar a un lugar desconocido salimos de nuestra zona de confort y por lo tanto aprendemos a resolver situaciones inesperadas y muchas veces complicadas. Y con ello, ganas cierta experiencia que más adelante te permite responder rápidamente ante cualquier contratiempo, ya sea en el trabajo o en la casa.
Aprenderás a tomar decisiones bajo presión y a resolver problemas de los que no creerías que podías salir hace unos meses. Es inevitable crecer personalmente cuando viajamos.
#4 Mejora tu habilidades comunicativas y expande tu mente
Continuando, al estar en lugares desconocidos y fuera de casa, todos nos volvemos más predispuestos a relacionarnos con personas que no conocemos. ¿Por qué? pues imagina que te pierdes en una gran ciudad y necesitas ayuda para regresar a tu hotel, la mejor manera es pedir direcciones a los locales.
Esto, a su vez, hace que poco a poco mejoremos nuestras habilidades comunicativas y de relación con la gente. Incluso aunque estés en un país donde no hablen tu mismo idioma es muy probable que hagas amistades para toda la vida en todo el mundo.
También, al cambiar totalmente el ambiente en el que nos movemos, nos hace abrir la mente. Ya que conocemos culturas nuevas y nos sumergimos de lleno en las costumbres que se viven en ese nuevo lugar.
Eso muchas veces nos quita la venda de los ojos y, podemos hacer un análisis propio sobre las cosas y ponernos más en los zapatos de otras personas. Por lo general, viajar hace que todos ganemos en empatía y tengamos más afinidad con la gente de cualquier parte del mundo.
#5 Autoconocimiento
Además de la felicidad, el aprendizaje sobre nuevas culturas y la ganancia de nuevas habilidades al viajar, en especial cuando lo hacemos solos, aprendemos mucho sobre nosotros mismos.
Mientras estamos por el mundo, dejamos de lado nuestro día a día, y eso nos permite ver una faceta diferente de nuestra personalidad que tal vez ni tú mismo conocías. Por lo que, puede ayudarnos a completar nuestra perspectiva de quiénes somos y qué queremos exactamente en nuestra vida.
¿Quieres encontrarte a ti mismo y descubrir tu verdadero propósito? viajar puede ser justo lo que necesitas para lograrlo. También, ganamos otra visión y más amplia de las cosas, lo que nos puede hacer mejorar como personas.
#6 No más miedos e inseguridades
Así mismo, todo aquello que nos infunde miedo, nos bloquea física y mentalmente y, a diario vivimos experiencias que nos llenan de temor. Ya sean situaciones irracionales creadas por nuestra mente nos inspiran pavor o eventos reales que a su vez condicionan nuestro comportamiento.
Según expertos, enfrentarse a esos miedos que nos paralizan es la mejor forma de superarlos. Aunque no lo creas al hacer un viaje, también se presentan varios miedos, como: “¿Qué tal si el avión falla y chocamos?” o “¿Qué haré cuando llegue allí?”, o “¿Qué pasaría si estoy solo y me pasa esto…?”.
Si bien no es algo fácil, lanzarse a la aventura es la mejor manera de superar estas situaciones que, si te fijas, son todas hipotéticas y puede que nada malo pase.
Existen pocas maneras más efectivas de deshacerse de miedos y prejuicios que viajar lejos de casa y, está demostrado que cuando viajamos estamos más abiertos a lo nuevo, a lo extraño. Por tanto, si le damos una oportunidad a muchas cosas que en un principio podrían levantar dudas o rechazo, comprobaremos que pueden merecer mucho la pena.
#7 Orden de prioridades
Finalmente, la decisión de tomar unas vacaciones e irte a la otra punta del mundo puede tener muchos orígenes. Es posible que la insatisfacción y el deseo por buscar el lugar al que perteneces fuera lo que te movió a viajar por el mundo.
Y en muchos casos, la solución a estos problemas es irte de viaje, un viaje que te haga replantearte lo que realmente quieres en la vida o tu orden de prioridades.
Quizá te des cuenta que ya no quieres volver a estar encerrado en una oficina 10 horas al día. O también puede ser que empieces a dar importancia a cosas más profundas que el dinero y las posesiones materiales.
Muchas veces nuestra vida está controlada por situaciones o personas que nos hacen felices, por lo que viajar puede cambiar tu mentalidad y ayudarte a encontrar lo que realmente estabas buscando.